Y.

Me cuentas que eres feliz, que te gusta el estilo de vida que llevas, agotador, que no te deja apenas respirar; pero feliz. Y lo que no se sabe es lo que acabo de vivir, o cómo me siento, o lo que guardo detrás de las sonrisas que saco para veros eso, FE-LI-CES. Y sí, me alegra que tengas a tu lado a alguien que te quiere, te mima y es detallista contigo, y que me lo cuentes. Y me alegro que a ninguna de vosotras os falte nada, tengáis una familia estupenda y que os apoyéis entre todos, y me alegro de que tengáis unas notas increíbles en la universidad, y me alegro por veros sonreír. Me gustan esas conversaciones donde narráis vuestras cenas, vuestros jueves e incluso vuestras tardes. Algunas me contáis cómo son vuestras nuevas amigas o las de vuestro respectivo equipo, e intento hacerme a la idea, e intento imaginarlas. Y me gusta escucharos. Y me gusta que vuestras conversaciones me hagan pensar en lo que tengo y en lo que no (aunque luego lo pase mal). Y me gusta abrazaros aunque realmente sea yo quien necesite un abrazo. Y me gusta que me contéis vuestras cosas con alegría e ilusión, aunque como me dice alguna de vosotras soy yo quien necesita hablar sin parar. Y me gusta fundir esos números de la tarjeta del móvil para escribir y enviar con forma de mensaje lo que siento, normalmente antes de ir a dormir. Y me gusta saber que arriesgo sobre seguro, que no me falláis. Y me gusta saber que puedo contar con vosotras. Y me gusta que forméis parte de lo que soy.