- No siempre va a ser cómo tú quieras ¿lo sabes, no? Todo es muy relativo amigo.
¿Si un día pierdes? mal, ¿al siguiente ganas? bien. Las cosas funcionan así, en el mundo están los buenos, pero también estamos los malos. No tengo la culpa de haber ganado. Ven y déjame que te lo cuente Bob.
Seguramente pensarás que qué hace un hijo de puta como yo dando lecciones sobre la vida y la bondad. ¡Y tienes toda la razón! Me dedico a estar sentado en mi butaca observando como suben los ceros en mi cuenta mientras te pido un whisky y parloteo sin parar sobre la mierda que abunda en las calles. Y para mí es fácil, tengo una casa limpia y caliente, comida, cama… Tengo de todo, ¿no? ¿Quiere decir eso que he ganado? Qué cabronazo estoy hecho ¿verdad?
Porque… En cambio tú, mantienes la casa, me escuchas (o tal vez no), me traes ese whisky y todos los que hagan falta, pero además, mantienes la compostura ¡Eso te hace ser una persona! Aguantar las sandeces de un viejo borracho debe ser una putada de las grandes y en cambio, nunca te has quejado. ¿Por qué coño no me mandas a la mierda? Yo lo habría hecho.
Sí, sí, ya sé que es tu trabajo y tu deber y ¡cuánta chorrada por unos míseros euros al mes! Pero ¿sabes? Tanto en el trabajo como en la vida, a veces hay que dejar de ser persona para ser humano. No es lo mismo ¿sabes? Los humanos tenemos dignidad, algunas personas, no. ¿O era al revés?
Hace mucho tiempo, perdí la cabeza por una mujer. Una persona como tú y como yo, como cualquier otra. Pero para mí era más que una persona era como una reliquia. ¿Ves todos esos ceros del talón? Pagaría el doble por tenerla. Pero como ya te he dicho al principio, no siempre puede salirse uno con la suya. Y entonces, ¿gané o perdí? ¡Maldita sea! Me he convertido en uno de esos cabrones capitalistas de los que tanto me quejaba años atrás y ahora… ¿Amor? Ni siquiera la echo de menos ¿puedes creértelo?
Todo este dinero, todo este whisky… oye Bob, ¿a ti qué te parezco, un humano o una persona?
Bah, no hace falta que contestes hombre... Siéntate a mi lado viejo amigo y compartámoslo. ¿Qué? ¿Y ahora? ¿Soy mejor persona?
A los buenos les toman el pelo y a los malos nos crucifican. ¿Entonces qué hay que hacer para ganar siempre? La felicidad no es un premio… Y se supone que he ganado pero yo… ya no sé cómo ser feliz
- Señor, tal vez simplemente se trate de perder de vez en cuando..
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